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16 El apoyo de la Comisión Europea a la elaboración de esta publicación no constituye una aprobación de su contenido, que refleja únicamente la opinión de los autores, y la Comisión no se hace responsable del uso que pueda hacerse de la información contenida en ella. Número de proyecto: 2020-1-RO01-KA226-HE-095434 deben realizar las destrezas y los criterios que muestran si el desempeño se considera exitoso. Un procedimiento ampliamente conocido para redactar resultados de aprendizaje adecuados se denomina "método A.B.C.D." (Heinich, Molenda, Russell y Smaldino 1996): ● Audiencia: quiénes son los alumnos (¿quiénes deben exhibir una habilidad/conocimiento/actitud?). ● Comportamiento: qué tarea/comportamiento deben ser capaces de realizar los alumnos. Para elegir verbos eficaces que puedan medirse, podemos utilizar la taxonomía revisada de Bloom. A partir de ella, los objetivos se clasifican en seis (6) categorías, que reflejan el proceso cognitivo en el que están inmersos los alumnos: desde las habilidades de pensamiento de orden inferior hasta las de orden superior: (1) recordar, (2) comprender, (3) aplicar, (4) analizar, (5) evaluar, (6) crear (Krathwohl, 2002). En función de las habilidades que queramos cultivar, podemos elegir verbos basados en la acción (véanse los ejemplos aquí) que puedan ser detectados, medidos y evaluados. ● Condiciones: en qué condiciones los alumnos deben mostrar el comportamiento (por ejemplo, qué tipo de herramientas de apoyo, referencias, pueden o no utilizar) ● Grado: el grado en que los alumnos deben mostrar los comportamientos (por ejemplo, en términos de velocidad, precisión, calidad, etc.) Las competencias importantes que podemos desarrollar son la capacidad de los estudiantes para buscar, procesar y analizar la información, la capacidad de aplicar los conocimientos adquiridos, la capacidad de utilizar el lenguaje para comunicarse con éxito, la capacidad de crear productos de aprendizaje en diversos formatos, la capacidad de aplicar los conocimientos en escenarios reales o simulados (Guerrero-Roldán & Noguera, 2018). Los pasos descritos anteriormente entran en la fase de análisis del modelo ADDIE. Basándonos en el modelo ADDIE, empezamos por realizar un análisis y una definición de lo siguiente: 1. Objetivos de la formación: ¿Cuál es el objetivo de la formación/aprendizaje? Esto se refiere al objetivo/misión general de nuestra instrucción, la brecha que la instrucción está tratando de salvar y el problema que está tratando de resolver (por ejemplo, una instrucción que desarrollará las habilidades básicas de investigación de los estudiantes) 2. Análisis de la instrucción: ¿Cuáles son los pasos necesarios para lograr el objetivo de la instrucción? Identificamos los métodos comunes que se utilizan en la asignatura específica; las estrategias de instrucción existentes que se emplean principalmente. Esto incluye la determinación del método de enseñanza que suele ajustarse a la asignatura (por ejemplo, completamente en línea o combinado, a ritmo propio, etc.),

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